Términos como sano, bio, bajo en calorías o saludables son cada vez más utilizados por las marcas de alimentación en general. ¿Pero son realmente sanos y saludables los productos que consumimos?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que no todos los organismos necesitan la misma dieta, es decir, aunque todas las vitaminas y minerales que nos aportan los alimentos son indispensables, todos los organismos las necesitan en diferentes cantidades.
Sin embargo, lo que sí es una verdad absoluta es que hay productos clave, superalimentos para todos quienes los consuman. ¿Cuáles son esos? ¿Cómo identificarlos y consumirlos?
¡Vamos allá!
Uno de los pilares de una alimentación saludable es consumir productos frescos: frutas, verduras, pollo, pescado o carne. Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la dieta mediterránea es sinónimo de alimentación saludable y seguirla es clave para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares u obesidad.
Con base en lo anterior, una alimentación saludable debe contener:
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Más aceite de oliva y menos grasas animales como mantequilla.
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Tres piezas de fruta al día más dos de verduras u hortalizas.
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Un puñado de frutos secos crudos. Los procesados pueden perder propiedades.
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Comer más pescado que carne.
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En cuanto a carnes rojas, lo ideal es consumirlas como máximo dos veces por semana.
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Dos raciones diarias de lácteos.De tres a siete huevos por semana.
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Cereales y legumbres entre dos y cuatro veces por semana.
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La sal, poca y yodada.